Último día de Noviembre.

Parece que esta semana ha llegado el frío invernal, aunque aquí no sea muy acusado.

Creo que ya es hora de poner recetas navideñas, ¿no?

Según la wikipedia: "Los panellets son un dulce típico de Cataluña, Aragón, Valencia y Baleares que tradicionalmente se preparan para el 1 de Noviembre, festividad de Todos los Santos, también conocida como castañada en Cataluña y Aragón". 

Tenía ganas de prepararlos desde que los vi el año pasado por estas fechas por la blogosfera y como tienen una masa de almendra que es mazapán, me he tomado la libertad de hacerlos ahora.

Hay muchas variaciones aunque, básicamente, es una masa dulce de azúcar, almendra cruda molida y huevo.

Cuando vi la receta tan fácil que hizo Eva de Ma Petite Boulangerie el año pasado, decidí probarla. Ella la tomó prestada de La Cuina de Carbó.

INGREDIENTES

Para el mazapán:

• 250 g de almendra molida.
• 250 g de azúcar glass.
• 50 g de agua.

Para rebozar:

• Piñones.
• Almendras en cubitos.
• Fideos de chocolate.
• 1 huevo batido para rebozar.

PREPARACIÓN

Mezclamos la almendra, el azúcar y el agua en un bol. Cuando tengamos una mezcla homogénea, hacemos una bola y la dejamos reposar durante media hora dentro del frigorífico.

Pasado este tiempo, hacemos bolitas con la masa y las rebozamos en el huevo batido. Escurrimos y las volvemos a rebozar en los piñones, la almendra en cubitos o los fideos de chocolate.

Ponemos las bolas en una placa de horno con papel parafinado y las horneamos a 180º durante unos 15 minutos.

Como depende de cada horno, hay que dejar los panellets hasta que cojan un color dorado. Sacamos la bandeja y los dejamos reposar en ella durante unos minutos. Después, dejamos que se terminen de enfriar sobre una rejilla.

Mis preferidos son los de piñones. Los de mis niños, los de almendra picada.

¿Cuál es el vuestro?

Para la próxima...¡¡¡CUPCAKES DE TURRÓN y SORTEO!!!

Abrigaos bien y hasta pronto.

Hoy es la primera vez que participo en el reto de Carmen, del blog Recetas de la Tía Alía. Estoy muy contenta por ello y espero aprender mucho.

He tenido ciertos problemas con mi ordenador y por eso os los muestro tan tarde. Pero más vale tarde que nunca.

Para empezar, elegí la receta dulce: Pan perdido. Es que cuando la leí me recordó a nuestras queridas torrijas. Pero no significa que siempre vaya a elegir esta opción (aunque mi marido así lo crea). No sólo comemos dulce en casa, ¿o lo creíais?

Bueno, no me enrollo más y os enseño mi modesta aportación:

INGREDIENTES

• Media barra de pan.
• Vino dulce (yo he elegido uno de pasas de mi pueblo).
• Dos yemas de huevo y dos huevos enteros.
• Aceite de girasol (lo preferí a la manteca de cerdo).
• Azúcar y canela para rebozar.

PREPARACIÓN

Es una receta muy sencilla. Cortamos el pan en rodajas de unos dos cm de grosor aproximadamente. Mezclamos las dos yemas de huevo con un vasito de vino y empapamos en esta mezcla las rodajas de pan. Lo dejamos reposar unos 15 minutos, que se empape bien. Después, batimos los dos huevos enteros y rebozamos en esta mezcla cada rodaja de pan. Las freímos en abundante aceite y cuando estén doradas, las escurrimos y embadurnamos en una mezcla de canela y azúcar.

Y ya está. Al día siguiente, ganan en sabor porque el azúcar y la canela se han disuelto y han impregnado todo el pan.

Al leer la receta, se me vino a la mente la cocina de mi abuela, con sus cacharros, sus fogones...Por eso, he querido hacer unas fotos más clásicas, con su mantel de cuadros, como homenaje a todas nuestras abuelas, que sin muchos medios, preparaban platos para chuparse los dedos. 

Espero que os haya gustado.

Para la próxima, sí que os traeré...¡¡PANELLETS!!

Hasta muy pronto.

¡Buenos días a todos!.

Ya es viernes y hoy os traigo un dulce fácil y muy rico que podéis preparar en familia.

Eso es lo que he hecho yo. Ponerme a hacer palmeras de hojaldre con la ayuda de mis niños.

El hojaldre lo he comprado refrigerado. El casero es una receta que tengo pendiente. No tardaré mucho en ponerme con él porque cuando veo los cruasanes que hay por la red, me entran unas ganas de amasar... Pero por ahora, el hojaldre fresco nos da muy buen avío.

Hay unas palmeras de chocolate, que venden en el Horno de San Buenaventura, que tienen una capa de yema y un baño de chocolate. A mi niño le encanta y me pidió que las hiciera así. Por eso, os traigo las dos versiones: las palmeras de hojaldre normales y mi versión de las chocolateadas.

Sin más, os pongo la receta:

INGREDIENTES

Para las palmeras:

• 2 Láminas de hojaldre fresco.
• Azúcar blanquilla.
• Huevo batido para pintar.

Para la crema de yema (receta de Isabel, Aliter Dulcia):

• 1 huevo.
• 65 g de azúcar.
• 1/4 de vaso de agua.
• 1 cucharada de Maizena.
• 10 g de mantequilla.

Para la cobertura de chocolate:

• Chocolate fondant.
• Nata para montar (35% materia grasa).
• 25 g de mantequilla sin sal.

PREPARACIÓN

Cuando las hice la primera vez, no creía que fueran tan fáciles. Hay distintos paso a paso por la blogosfera. Aquí tenéis el mío: 

1. Unir las dos láminas de hojaldre, para que salgan unas palmeras de tamaño mediano.

2. Espolvorear con azúcar y pasar el rodillo para que el azúcar se pegue al hojaldre.

3. Coger desde un extremo y plegarlo hacia el interior, coincidiendo con la línea central. Es decir, por la unión de las dos láminas de hojaldre.

4. Hacer la misma operación con el otro lado.

5. Espolvorear azúcar y volver a pasar el rodillo.

6. Plegar de nuevo cada lado de hojaldre hacia la línea central.

7. Espolvorear más azúcar y pasar el rodillo de nuevo.

8. Volver a plegar cada lado hacia dentro. 

9. Nos queda como el que veis en la foto.

10. Espolvoreamos azúcar por última vez y volvemos a pasar el rodillo sin apretar mucho. 

11. Unimos los dos lados y  quedará con forma de rollo.

 12. Lo envolvemos en el papel parafinado y lo metemos en el frigo un rato para que coja dureza y podamos cortarlo en rodajas de un cm de grosor.

13. Por último, horneamos las rodajas pintadas con huevo batido a 200º durante unos 15 minutos. Depende de vuestro horno y de lo doradas que os gusten. Hay que ponerlas separadas que crecen al hacerse.

Para la crema de yema, batimos el huevo con la Maizena y lo reservamos. Ponemos al fuego el agua y el azúcar hasta formar un almíbar de punto grueso. Fuera del fuego, le ponemos la mezcla de huevo y harina. Volvemos a poner al fuego y removemos continuamente hasta que espese.

Untamos la superficie con la mantequilla para que no le salga costra y refrigeramos hasta su utilización.

Mientras se enfrían las palmeras y la crema de yema, preparamos la cobertura. Ponemos todos los ingredientes en un cazo a fuego medio y movemos hasta su completa disolución.

Ahora, sólo queda poner una capa de crema de yema sobre la palmera y cubrirla con la cobertura de chocolate. Se deja enfriar y a disfrutar. ¡¡Riquísimas!!. 

En casa, sólo me han pedido dos cositas: una capa de crema más generosa y que el chocolate esté crujiente. Así que para la próxima, eliminaré la nata de la cobertura.

Espero que os gusten.

Hace tiempo que veo recetas navideñas por la red. Los comercios llevan mucho tiempo invitándonos a comprar productos para celebrar estas fiestas y decorar nuestros hogares para tal fin. A partir de ahora también veréis por aquí, recetas que quiero probar y compartir con vosotros en estas primeras navidades del blog.

También espero daros noticias pronto de mi primer sorteo. Estamos en ello.

De momento, os adelanto que la próxima receta será...¡¡¡PANELLETS!!!

Disfrutad del fin de semana.

Hasta pronto.

Hace poco, mi madre me dio un tarro de mermelada de ciruela negra que había traído del pueblo. 

Se la había regalado una vecina de mi abuela. 

Siempre que mis padres vuelven del pueblo les ocurre lo mismo. Vienen cargados de verduras, frutas, y cosas así que les dan las vecinas. Hasta la señora que le vende los huevos (que son muy frescos, recién puestos por las gallinas) le suele dar una bolsita de huevos de codorniz, diciéndole: "Ésto, para tus nietos"

Es algo que he visto toda mi vida y me parece muy bonito, porque son personas sencillas pero que comparten lo que tienen con los demás.

Así que cuando recibí mi tarro, me puse a pensar en qué podía utilizar tan dulce presente.

Ojeando recetas que tengo apuntadas, encontré un bizcocho de nata que hizo Eva Arguiñano en la tele, hace miles de años. Bueno, me he pasado un poco. Pero os aseguro que es del milenio pasado y ahora sí que no exagero. Me propuse probar este bizcocho y rellenarlo con esta mermelada. Los bizcochos pueden ser un dulce muy sencillo pero a mí me encantan. Los hay tan variados...

La primera vez que lo hice, seguí las indicaciones de la receta al pie de la letra. Incluso, batí los ingredientes con la mano como aconseja Eva. Pero fue un desastre. No subió nada y se me quedó crudo por el centro.

Volví a intentarlo pero ésta vez, a mi modo. Y el de las fotos es el resultado. 

Las medidas de la receta original están en tazas pero yo las he pasado a gramos para que quede más claro.

Os pongo la receta del bizcocho a mi manera:

INGREDIENTES

• 4 huevos L.
• 1 taza grande de azúcar (195 g).
• 2 tazas grandes de harina con levadura (260 g).
• 1 taza grande de nata con 35% de materia grasa (225 g).
• Ralladura de una naranja.
• Mermelada de ciruela negra para rellenar.
• Azúcar glass para decorar.

PREPARACIÓN

Precalentar el horno a 180º. 

Batimos los huevos con el azúcar hasta que aumenten de volumen y se vuelva de color blanquecino. Lo hice con mi batidora de varillas. 

A continuación, añadimos la nata y volvemos a batir. También ponemos la ralladura y la harina bien tamizada.

Yo utilicé un molde desmontable de 18 cm que forré con mantequilla y papel parafinado. 

Vertemos la mezcla y la metemos en el horno. La dejamos hasta que al introducir un palillo, éste salga limpio. 

Nunca abrir el horno antes de la primera media hora de cocción para que el bizcocho suba bien. 

El tiempo de horneado depende de cada horno. En el mío, tardó unos 50 minutos.

A la media hora de estar en el horno, lo tapé con papel de aluminio para que no se quemara la superficie.

Ya sólo queda rellenarlo y decorarlo a nuestro gusto.

Yo lo rellené con mi mermelada de ciruela y le espolvoreé un poco de azúcar glass en la superficie.

Así salió del horno:

Bueno, pues ya sabéis qué he desayunando hoy con mi café bien caliente.

Espero que os guste este bizcocho.

Para la entrada que viene...¡¡¡PALMERAS DE HOJALDRE!!!

Hasta pronto.

Hola a todos.

Si me visitáis con asiduidad, sabréis que suelo asomarme a esta ventana, los viernes. Este último os traje las galletas del vestido de novia de mi hermana. Pero hoy, Domingo, es:

11 de Noviembre, Día Mundial del Brownie.

Para mí..."un gran día" porque es uno de mis dulces favoritos.

Lo intento hacer pocas veces...es que no puedo comerme sólo un trozo...me encanta. Pero hoy, no hay excusa...y más si el monstruo de las galletas ha puesto en marcha el concurso del Autoproclamado Día del Brownie.

Ésta es mi pequeña aportación:

La idea surgió de un documental de la televisión que pusieron este verano pasado. Contaba que había un local con mucho éxito donde se hacían los cócteles más extraños del mundo y de los sabores más exóticos que os podáis imaginar. No me preguntéis dónde está situado, el nombre del sitio, ni nada de eso, porque yo estaba en mis quehaceres domésticos y sólo estaba oyéndolo de fondo. Pero una cosa se me quedó grabada: el cóctel que más pedían, que no era otro que el de crema de cacahuete con sirope de fresa. Algo que, según decían, les recordaba a las meriendas que los estadounidenses tomaban en su niñez.

Apunté en mi memoria tal combinación para probarla en algún dulce más adelante y cuando leí la invitación que nos hacía Dani para celebrar este día, lo tuve claro.

Cogí la receta de brownie que ya tengo publicada aquí pero le hice algunos cambios:

INGREDIENTES

• 125 g de cobertura de chocolate negro.
• 200 g de mantequilla en pomada.
• 100 g de harina.
• 3 huevos L.
• 150 g de azúcar.
• 3 cucharaditas de crema de cacahuete.
• Sirope de fresa.
• Cacahuetes fritos picados para decorar.

PREPARACIÓN

En un bol, esponjamos la mantequilla que tendremos a temperatura ambiente. El chocolate lo fundimos en el microondas (unos 45 segundos) o en un cazo, como queramos, pero removiendo y cuidando que no se queme. Cuando se temple, lo añadimos a la mantequilla.

En otro bol, batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y aumenten un poco. Mezclamos los dos batidos y agregamos la harina tamizada. Volvemos a mezclar bien y vertemos este preparado en el molde engrasado que tendremos forrado con papel parafinado. Yo utilizo uno cuadrado de 22 cm de longitud.

Como la mezcla es bastante espesa, lo nivelamos bien con una espátula. Para que sea más fácil manejar la crema de cacahuete, podemos calentarla unos segundos en el microondas. La repartimos por encima y con una brocheta, la mezclamos con la preparación de chocolate.

Ya sólo queda decorar con los cacahuetes picados y el sirope de fresa.

Con el horno precalentado, metemos el molde a 200º durante 25 minutos (o 20 minutos si lo queremos más húmedo).

Por último, dejamos enfriar en el mismo molde.

OBSERVACIONES

He disminuido la cantidad de azúcar para que no resultara tan dulce. Por supuesto, podéis modificarlo a vuestro gusto.

La cantidad de crema de cacahuete también puede variar. A mi parecer, es bastante pesada. Por eso, sólo le puse tres cucharaditas. Y la hay con tropezones también, aunque ésta no los lleva.

Los cacahuetes fritos le dan un puntito salado. Si no te gusta, puedes poner cacahuetes al natural.

Y el sirope...a gustos también.

Espero que os haya gustado. 

Voy a estar pendiente de todas las recetas de brownie que aparezcan hoy por la blogosfera...que yo no me pierdo ni una.

Volveré con el...¡¡¡BIZCOCHO DE NATA!!!

Disfrutad del domingo y hasta pronto.

Aún no me puedo creer que mi hermana se haya casado.

Mi hermana es una mujer moderna, independiente, que no pensaba casarse nunca. No era algo que le quitara el sueño. Pero...no había conocido a la persona adecuada.

Desde el primer momento que nos habló del que ya es su marido, notamos que algo había cambiado.

Y cuando lo conocimos y les vimos juntos...no había duda...el amor se palpaba en el ambiente (como en la canción..."Love is in the air"...jejeje). No es que yo sea cursi, de verdad, es que estas cosas se notan.

Y si además, él es tan buena persona y un hombre decente que se desvive por ella, pues toda la familia  está feliz.

Cuando nos anunciaron que se casaban, se me ocurrió que unas galletas decoradas eran un bonito detalle para regalar a los invitados. A ellos les pareció bien y yo encantada de poder preparárselas.

¿Qué os parece a vosotros?

Había visto galletas de vestidos de novia por la red y como a mi hermana le gustó la idea, pensé en hacer el mismo diseño del vestido original en una galleta con fondant. Al ser la hermana de la novia he tenido esta información privilegiada, guardada en secreto muuucho tiempo. (Gracias hermanita, por llevarme contigo a elegir el vestido).

Las galletas son de mantequilla con las proporciones de Julia y el fondant es Credipaste, en color blanco.

El cortador lo hizo mi marido para la ocasión. Los pliegues del vestido los hice con estecas y añadimos polvos plateados y cristales de azúcar también de color plata, para simular la pedrería del vestido.

Quiero dar las gracias desde aquí a Isabel del maravilloso blog Aliter Dulcia, por su ayuda y consejos. Siempre que le he consultado algo, me contesta rauda y amablemente. En esta ocasión le pregunté como podría organizarme para hacer tal volumen de galletas y sus consejos me han ayudado mucho.

Espero que os gusten.

A la novia le encantó y a los invitados también les gustó mucho. Muchas invitadas me comentaron que era un regalo muy original y elegante.

Así que estoy muy contenta. Ha sido un trabajo en el que hemos participado todos en casa: mi marido y yo haciéndolas y mis niños, portándose muy bien para que sus padres pudieran concentrarse y conseguir terminar a tiempo.

Además, esta semana, hemos llegado a la bonita cifra de los 200 seguidores. Muchas gracias a todos los que pasáis por aquí. Gracias por vuestros comentarios y opiniones. Gracias por dedicarme un poquito de vuestro tiempo.

Para celebrarlo y tener un pequeño detalle con vosotros, vamos a preparar nuestro primer sorteo. Ya os informaré más adelante, porque como soy novata en todo esto, me tengo que informar primero, ¿vale?

De momento, para la próxima entrada...¡¡¡BIZCOCHO DE NATA!!!

Hasta muy pronto.

Buenos días.

¿Cómo va la semana? Espero que bien. La mía, cargada de trabajo y de nervios, pero con mucha ilusión.

Mañana se casa mi hermana y estamos todos muy nerviosos pero muy emocionados. Deseando que todo salga bien y que el tiempo no nos lo fastidie mucho.

Así que hoy la entrada es  corta, pero no por ello menos sabrosa. Desde que probé estas cookies por primera vez, sabía que iba a triunfar con ellas. En casa, gustaron a todos. Las hice para el trabajo y todo el mundo quedó encantado. Me las han pedido desde entonces muchas veces.

La receta es del Monstruo de las galletas y el nombre le va que ni pintado. Tiene unas recetas maravillosas y si aún no lo conocéis, os animo a visitar su blog. Además, ahora está de concurso: para celebrar el día del Brownie, que es el 11 de Noviembre. Yo ya tengo una idea para participar, así que la semana que viene la pongo en marcha.

Bueno, que me enrollo. Os pongo la receta, con la única variación mía entre paréntesis:

INGREDIENTES

• 115 g de mantequilla a temperatura ambiente (yo pongo 100 g).
• 100 g de azúcar blanco.
• 110 g de azúcar moreno.
• 1 huevo.
• 1 cucharadita de extracto de vainilla.
• 125 g de harina.
• 100 g de copos de avena.
• 1 cucharadita de levadura.
• 170 g de gotas de chocolate (50% de cacao mínimo).
• 55 g de chocolate con leche.
• 90 g de nueces.
• 1 cucharadita de sal.

PREPARACIÓN

Lo primero que hacemos, es moler los copos de avena hasta que queden como harina.

En un bol, mezclamos la mantequilla con el azúcar blanco y moreno, hasta formar una crema. Después, añadimos el huevo y la vainilla, incorporándolos bien.

En otro bol, mezclamos la harina, la avena, la levadura y la sal. Unimos las dos mezclas anteriores y le ponemos los chips de chocolate, el chocolate con leche en trocitos y las nueces picadas.

Lo mezclamos todo bien y vamos poniendo porciones de masa en una placa de horno con papel parafinado.

Metemos en el horno precalentado a 190º durante unos 10 u 11 minutos. Así quedan crujientes y doradas.

Si las queremos jugosas por dentro, basta con 8 minutos de horno.

Una textura riquísima. En el corte podéis ver también el interior, con esas nueces...

Ahora sólo queda que las probéis.

Me despido hasta la próxima entrada, donde espero poder enseñaros, por fin,...¡¡¡GALLETAS DECORADAS PARA UNA BODA!!!

Hasta pronto.